Resulta muy difícil señalar una fecha concreta para encontrar el origen de una profesión casi tan antigua como el propio hombre pero si podemos aventurar que el vestir ya tenía toda su importancia desde la época de los egipcios.

Han existido dos grandes fases en la historia de la prenda masculina; la primera se corresponde con un periodo en el que la prenda no tenia personalidad, yendo de sus orígenes hasta el siglo XIV. Es a partir de entonces, cuando se inicia la segunda fase en la que prenda ya empieza a personalizarse.

El siglo XV: El origen del traje actual

Es en el siglo XV, durante el Renacimiento,es cuando empiezan a nacer los primeros trajes masculinos gracias a los cuales, con las evoluciones pertinentes, darían lugar a los trajes de hoy en dia.

Es por esta época en la que las prendas hechas únicamente a partir de una o dos piezas de tejidos, empiezan a acortarse y estrecharse y se van transformando en chaquetas abiertas por la parte de delante.

En ese momento,  las capitales de la moda son la Italia , posteriormente la España de inicios del siglo XVII y más tarde, la Francia de Luis XIV, época y lugar en la que se empieza a tener una gran preocupación por la moda. La chaqueta del traje se empieza a ajustar a la cintura mientras que la parte de las caderas se deja amplia y empieza a tomar relevancia los encajes como adorno de este tipo de prendas.

Mientras tanto, en Inglaterra, debido a la Guerra Civil que desemboco en la democracia, se empezaron a germinar las bases de la futura y renombrada sastrería inglesa.

Los tejidos utilizados eran principalmente lanas de alto gramaje, telas muy tupidas y bastas realizadas en lana.

Otro de los mayores cambios que se dieron en esta época fue el pantalón. En un principio se vestía un pantalón corto que dejaba ver al completo los calcetines.

A partir de finales del siglo XIX y principios del XX, se alarga el pantalón hasta alcanzar las medidas que se toman en actualmente.

LA SASTRERÍA MASCULINA EN LA ACTUALIDAD

La moda inglesa, mucho más clásica, mantiene las hechuras desde hace décadas, mientras que franceses y sobre todo italianos, imponen nuevas formas y nuevas innovaciones en el traje masculino.

No obstante, ya sea inglesa, italiana, francesa o española, el arte de la sastrería sigue a día de hoy apostando por la moda personalizada en contraposición a la moda de masas, del siglo XX, con la llegada del prêt à porter y la confección en cadena a muy bajo coste. Podríamos creer que la evolución de la moda, marcada por la tendencia capitalista de la época, juega en contra de este oficio.

Pero, como bien dijo una vez Coco Channel,“la moda es efímera, la elegancia es atemporal”.

La sastreria ofrece el derecho del caballero a valorar lo diferente, lo único, aquello que le permite proyectar su propia personalidad y estilo por encima de cualquier moda pasajera.

A día de hoy la sastrería, en particular la sastrería española, no es que esté en su mejor época.

Afortunadamente para la sastrería española, gracias una nueva generación de sastres que están llamados a recuperar ese espacio. Esperemos que en poco tiempo den un nuevo nombre a lo que siempre ha sido la sastrería.